Cuando nuestras abuelas o madres cocinaban, encender la
cocina era una tarea metódica y laboriosa que debían realizar con cuidado,
entre los riesgos que conlleva la cocina de gas, están los escapes de gas, el
peligro de que hubiera un pequeño fogonazo, que el fuego alcanzara el interior
de la sartén y el aceite y la comida comenzara a arder, que se acabará el gas significaba
tener que cambiar la bombona si se tenía otra preparada o no poder cocinar hasta
que viniera el butanero. Todo esto se acabo con la vitrocerámica, este es uno
de los mejores inventos de los últimos años, permite una mayor limpieza en la
cocina pues es mucho más fácil de limpiar que los quemadores y los soportes de
las cocinas de gas, es mucho más seguro y cómodo cocinar con la placa vitrocerámica,
no debes asegurarte de haber colocado bien la sartén para que no vuelque,
encender y regular la temperatura de uno o más fuegos es muy simple, te sobrará
una mano.
Si aun no tienes una placa vitrocerámica considérate
atrapado en el siglo pasado, ven al siglo XXI, instala tu placa vitrocerámica,
llama a una empresa de reparación de electrodomésticos para que cambien tu
vieja cocina de gas por una nueva placa vitrocerámica. Ahorrarás espacio,
ahorrarás tiempo, ahorrarás dinero, ganarás en comodidad y conocerás el placer
de cocinar con las nuevas y más fiables tecnologías.
Para usar tu vitrocerámica nueva solo debes tener en cuenta
los siguientes consejos:
Usa solo sartenes y cacerolas con fondo ferromagnético
grueso, mejorará la velocidad de calentamiento en su placa de inducción.
No use cacharros de barro u otros materiales que podrían arañar
su placa.
Limpie su vitrocerámica solo con productos especializados
con el fin de mantener su brillo y todas sus propiedades.
No coloque su placa vitrocerámica cerca del fregadero.
No la utilice para apoyar las compra o para cortar como si
fuera una tabla o una encimera, la superficie es de cristal y podría arañarse o
romperse.
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