Los níscalos son muy apreciados por los buenos paladares, estos son setas producidos por hongos y se suelen preparar para acompañar muchas comidas, muy común es hacerlos al ajillo o guisados.
Los níscalos se pueden congelar siempre que estén crudos y sin que estén pasados. Para ello hay que limpiarlos, cortarlos en los trozos que deseemos dependiendo de para que comidas los queramos en un futuro y guardarlos en un recipiente hermético, con una bolsa hermética valdría. Si se percata que su congelador no funciona y no llega a congelar los níscalos, llame a una empresa de reparacion electrodomesticos para su correcta subsanación.
También se pueden congelar cocinados, pero simplemente le daremos una pasada en la sartén con unas gotillas de aceita de oliva y con el mismo proceso que en lo anterior, trocear, bolsa y al congelador con el precocinado, puede ser útil por si queremos hacer un guiso rápido a posteriori.
Es importante destacar que también se pueden conservar los níscalos aderezados en un bote de cristal. Será fácil hacerlo, se prepara una olla con agua, sal y laurel, cuando el agua esté ya hirviendo mete un puñao de níscalos, espera poco más de un minuto y sácalos, repite este proceso hasta tener la cantidad deseada. Pon los níscalos en botes de cristal, agregando agua de la cocción, tapa los botes y colócalos en una olla con agua hirviendo durante 35-40 minutos. Dejar enfriar y ya los puedes guardar en la nevera o dejarlos a temperatura ambiente.
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