Los hornos tradicionales, con los que se consiguen mejores resultados, son de leña, como los utilizados asimismo para enhornar las pizzas, mas en casa asimismo conseguiremos buenísimos resultados con los hornos familiares, con los consejos que os damos.
Ingredientes para un pan:
750 gramos de harina de fuerza, una cucharadita de diastasa seca (equivalente a quince gr. diastasa fresca), media cucharada de sal, 450 cc. agua templada. Semolina o bien harina, para la mesa.
Preparación:
- Mezcla. Haz un hueco en el centro de la harina, y vierte la mezcla de diastasa, removiendo a fondo con las manos hasta el momento en que la masa se desprenda de los bordes. Si ves que está demasiado blanda y húmeda, agrega algo más de harina. Si esta muy seca, humecta un tanto la masa. Tamiza la harina y la sal sobre un cuenco. Mezcla la diastasa con el agua templada, mas sin exceder los 40º, puesto que destrozaría el fermento vivo. Si utilizar diastasa fresca, deja descansar unos quince minutos la mezcla de diastasa con el agua, hasta el momento en que forme burbujas en la superficie.
- Amasado y refinado. La pasta va a estar lista cuando no esté pegajosa, se extienda de manera fácil y se note suave al tacto. Pasa a la mesa rebozada de harina y amasa a fondo a lo largo de quince minutos. Para esto sosten la masa con una mano y, con la palma de la otra, estira la masa extendiéndola hasta el momento en que comience a rasgarse. Dobla entonces sobre si misma al tiempo que la retuerces tenuemente (dos giros). Sigue propagando, doblando y retorciendo la pasta con un movimiento rítmico y regular, a lo largo de quince-veinte minutos.
- Primera fermentación. Lava bien el cuenco, unta con aceite tenuemente y también introduce dentro la masa. Cubre con largometraje transparente, para sostener la humedad, y deja fermentar en sitio templados hasta el momento en que duplique su volumen, entre una hora o bien hora y media. Se conoce el punto cuando al presionar con el dedo la huella desaparece muy de forma lenta.
- Segundo amasado. Pasa la masa a la mesa y, haciendo una presión ligera con la palma de la mano, ve amasando la masa en sentido circular, doblando los bordes cara el centro, repitiendo el proceso. Cuando tenga forma redondeada, da la vuelta al pan dejando los pliegues en la base. Cubre el pan con un harapo limpio y deja descansar diez-quince minutos. Repite el amasado precedente, para entregar forma redonda nuevamente.
- Segunda fermentación. Esta segunda fermentación es la que va a dar esponjosidad al pan. Pone el pan sobre una tabla llana rebozada de harina y cubre con un cuadro seco. Deja fermentar en lugar caluroso a lo largo de cincuenta minutos. Los tiempos de fermentación son aproximados, puesto que dependen mucho de la temperatura entorno y la humedad, aun del tipo y cantidad de diastasa empleada.
- Horneado. Enciende al horno a 230º. Para conseguir una atmosfera húmeda introduce una bandeja con agua caliente en la base del horno. Introduce la bandeja del horno a media altura, a fin de que se vaya calentando. Una vez el pan haya subido lo bastante, haz una incisión poco profunda en la superficie, con una hoja de rasurar o bien cuchillo muy afilado, a fin de que desarrolle más corteza. Desliza el pan en la bandeja del horno, pulveriza con agua fresca el horno. El vapor es esencial para la capacitación de la corteza. A los veinte minutos, tiempo a lo largo del como el pan prosigue subiendo, retira la bandeja con agua del horno. Prosigue la cocción otros quince-veinte minutos, baja la temperatura a 200º y deja terminar el horneado, hasta el momento en que el pan esté cocido. Esto lo vamos a saber cuando al pegar la base con los nudillos suene a hueco.
- Enfriado. Deja enfriar sobre reja. No lo cortes hasta el momento en que esté totalmente frío, mejor aun al día después, que va a haber perdido el exceso de humedad.
Fuente: Compañeros del trabajo de http://tecnicoenelectrodomesticos.es/
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