Algunos electrodomésticos son más vulnerables al calor que otros, entre los más sensibles están aquellos que
funcionan con baterías como los teléfonos móviles, y los que deben trabajar más en verano como la lavadora, el frigorífico y el aire acondicionado.
Las baterías al ser sometidas a altas temperaturas se
hinchan cual globos hasta que no adaptan en el interior del electrodoméstico o
hasta que estallan. La temperatura a la que las baterías empiezan a corren
estos riesgos es a partir de cuarenta y dos grados centígrados, pues los ácidos
de las baterías se empiezan a evaporar a bajas temperaturas.
Para prevenir algunas de estas averías tan peligrosas en
nuestros pequeños electrodomésticos se recomienda no exponerlos a altas
temperaturas en la medida de lo posible, debido a esta ola de calor esta medida
puede ser complicada, por lo que debe tratar de no dejarlo al sol en las horas
centrales del día y si observa que se calienta demasiado bajarle la temperatura
de la forma más rápida posible
introduciéndolo unos minutos en el frigorífico.
El frigorífico también es un electrodoméstico muy sensible
al calor, en verano trata de no abrirlo veces de más y aunque te dé la
sensación de que no enfría tanto como en invierno no le subas la potencia al
máximo solo provocaras un sobre esfuerzo en el electrodoméstico y las
consecuentes averías que esto deriva pudiendo necesitar los servicios de una
empresa de reparacion electrodomesticos especializada en la reparación de frigoríficos
para que le repare el frigorífico en los casos más extremos.
Mantenga limpia la parte posterior de su frigorífico para
ayudar al condensador a funcionar mejor.
No deje que el frigorífico acumule más de medio centímetro de escarcha, pues reduce la convección interna y dificulta que ciertas zonas enfríen debidamente.
Deje una distancia de aproximadamente dos centímetros entre
el frigorífico y las paredes para favorecer la ventilación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario