La tecnología avanza a un ritmo espeluznante, tan rápido no
sabemos cómo hacer girar una rueda cómo la motorizamos y la utilizamos para ir
a más de trescientos kilómetros por hora. Con los electrodomésticos nos pasa lo
mismo, algunos de nuestros electrodomésticos tienen menos de un siglo de
desarrollo, y aun así evolucionan rápidamente cumpliendo cada vez mas funciones
ahorran más energía, siendo más rápidos y cómodos de utilizar y aparentemente
esta velocidad de desarrollo es exponencial, esto significa que cada vez se
desarrollan más rápidamente y de forma más eficiente, en las últimas décadas el
avance ha sido espectacular, las lavadoras lavan más rápido y mejor con menos
agua, el frigorífico enfría mucho más rápido y mantiene mejor la temperatura
ampliando el tamaño. Las vitrocerámicas son cada vez más estéticas y
funcionales, ahorrando espacio y facilitando su uso a la hora de cocinar.
Con un avance así de rápido los servicios técnicos deben
actualizarse para poder llevar a cabo toda reparación electrodomésticos con la
nueva complejidad que el avance tecnológico supone, pues los electrodomésticos más
sencillos cada vez incorporan más componentes y más electrónica. Las tareas de reparación
y mantenimiento cada vez son más importantes y complicadas porque los electrodomésticos
cada vez son más complejos y más caros.
Al ser los electrodomésticos más caros las reparaciones salen
más rentables, pues comprar un electrodoméstico nuevo de las mismas características
es un desembolso mayor.
Que la evolución de los electrodomésticos sea tan rápida significa
que nuestros electrodomésticos estarán en obsoletos en pocos años, no dejarán
de funcionar, pero cambiarlos podría significar un ahorro mayor a largo plazo,
si su electrodoméstico tiene varios años y sufre una avería compare que le sale
más rentable, repararla o cambiarlo.
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