Un lavavajillas es un electrodoméstico para limpiar la vajilla,
cristalería y utensilios de cocina de restos de comida. Los hay de uso
industrial y de uso doméstico.
Los lavavajillas utilizan la circulación de agua a una alta temperatura
(55-65 grados Celsius) y detergentes muy fuertes para limpiar la
vajilla, cristalería y otros utensilios de cocina.
El lavavajillas es un aparato que proyecta agua sobre la vajilla, empieza con
detergente y sin detergente al final para aclarar. Muchos
tienen también elementos de calor para secar después del lavado.
El lavavajillas cuenta con una o varias bandejas extraíbles en las que
se coloca la vajilla. Fabricadas en plástico o metal, suelen estar
diseñadas para introducir el mayor número de elementos: los platos
apoyados en soportes verticales, los cubiertos en una cubeta, etc.
En la parte inferior del aparato, por donde evacua el agua existe un
filtro que retiene los restos y debe ser limpiado periódicamente, en ocasiones puede llegar a producirse una reparación en lavavajillas por no realizar un correcto mantenimiento del filtro.
En los modelos más nuevos, se sustituye éste filtro por una trituradora,
a través de la cual se hace pasar el agua, de manera que sean
eliminados los restos de comida sin necesidad de tener que limpiar un
filtro.
Hay en el mercado aparatos con doble toma de agua, para fría y para
caliente (lavavajillas bitérmicos), el programador toma de una u otra
según sea necesario. La ventaja es que los ciclos de lavado son más
cortos, puesto que no es necesario el tiempo de calentamiento.
En este electrodoméstico también podemos apostar por el ahorro energético y pagar un poco menos en nuestra factura mensual de la luz.
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